La designación de Oscar Aguad como candidato a gobernador de la alianza antidelasotista Juntos por Córdoba, realizada por Mauricio Macri, y los primeros pasos del radical en su flamante rol, han despertado incomodidad en muchos referentes del centenario partido, quienes por ahora lo critican por lo bajo.

Los radicales cordobeses aseguran tener encuestas que ubican a Aguad unos tres o cuatro puntos por debajo del candidato peronista Juan Schiaretti para la elección del 5 de julio, por lo que nadie se anima a elevar la voz contra el que puede terminar siendo gobernador. Pero el malestar existe y los más importantes referentes se confiesan en voz baja.

El sábado pasado, Aguad participó de la jornada nacional de “timbrado” encabezada por Macri en el marco de su campaña presidencial. Aguad tocó timbres en algunas casas de la capital cordobesa junto con su compañero de fórmula, el macrista Héctor Baldassi.

La lógica de Aguad es que necesita del arrastre de Macri para tener chances en la elección provincial.

El problema es que Macri competirá en las PASO de agosto contra el radical Ernesto Sanz, por lo que algunos dirigentes de la UCR cordobesa cuestionan que Aguad haga campaña para el rival del candidato de su partido.

La pregunta que sigue es: ¿qué hará Aguad si Sanz visita Córdoba?

Sanz tiene en Córdoba muy buenas relaciones con Ramón Mestre, Mario Negri y Miguel Nicolás, por mencionar algunos de los principales referentes.

Muchos en la UCR acusan a Aguad de despegarse de su partido. Y no dan sólo como ejemplo lo que sucedió con el timbrado macrista.

El domingo, Mestre organizó un acto en la Isla de los Patos, un espacio en la Costanera que fue un símbolo de las gestiones de su padre, para celebrar el Día de la Madre peruana. La Isla de los Patos se encuentra en barrio Alberdi, adonde se congrega la mayor parte de la comunidad de inmigrantes del Perú.

Aguad estaba invitado, pero no fue, pese a que sí lo hicieron Baldassi y el vice macrista que tendrá Mestre en el intento reeleccionista, Felipe Lábaque.

Tampoco estuvo el jefe de campaña de Aguad, Luis Juez, un dirigente corrosivo para el radicalismo, al que el candidato a gobernador designó en ese cargo para incomodidad de muchos de sus correligionarios, en especial los mestristas.

La semana pasada Aguad había visitado la Casa Radical para reunirse con la dirigencia capitalina y tratar de apaciguarla. Allí debió escuchar al viceintendente, Marcelo Cossar, reprocharle que siempre destaque el “renunciamiento” de Juez a su candidatura a gobernador, y no la de Mestre a lo mismo.

Además, Aguad habló en un acto del Frente Cívico y sugirió que si gana será gobernador cuatro años, para dejarle el paso luego a Juez. Para los radicales, eso es inadmisible.